Eran las seis y cuatro minutos de una lluviosa y oscura tarde de otoño; yo como cada día me dirigia a mi trabajo, cansada, paraguas en mano, bostezo en mi rostros y música en mis oidos.
Recuerdo que el locutor de la radio decía: Ahora les presentamos este nuevo tema, dedicado a todos aquellos que esten dispuestos a enamorarse..
Las teclas de un piano empezaban a sonar,
mi mente poco a poco a imaginar..
Cuando estaba llegando el momento en el que el príncipe azul me besaba ¡zás! metí todos los pies en un charco; con mi humor de siempre comenzé a cagarme en todo. Cuando me pare a escuchar alguien frente a mi decía las mismas sandeces.
No pude evitar reirme,
al igual que el tampoco lo evitó.
Estuvimos 3 segundos parados, uno frente al otro, con agua hasta los tobillos, mirandonos a los ojos y riendonos a carcajadas; depues.. cada uno siguió su camino;
él: con su bonita sonrisa
yo: con mi bonita melodía de piano.
¡NUNCA OLVIDARE ESOS OJOS VERDES!
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