¿Quién no tiene un vicio? Uno de esos que nadie puede quitarte porque lo haces sin darte cuenta. Pues ella adora los regalices rojos.
Es mitad rareza rara y la otra mitad es mucha mitades. A veces mira como una niña, y otras se olvida que cumplió ya 18 años. Tiene gran capacidad de enamorarse; puede enamorarse locamente de una canción, de una página de un libro o incluso enamorarse varias veces de la misma persona con la que lleva un tiempo. Toma decisiones importantes jugando a "piedra, papel o tijeras" y piensa un millón doscientas mil veces lo que en realidad no importa. Se olvida de las cosas a los cinco minutos, pero siempre se acuerda de los detalles que los demás olvidan. Tiene ideas geniales a altas horas de la madrugada, y a las nueve de la mañana ya se acumularon en el cajón de las ideas noctambulas.