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5 de marzo de 2010

CAPITULO 2.

Pensé en él a la mañana siguiente en la ducha, mientras me lavaba el olor a tabaco del pelo. Pensé en él mientras me depilaba las piernas, las axilas, y el vello púbico. Me miré al espejo mientras me cepillaba los dientes, e intenté ver mis ojos desde su punto de vista.


Eran marrones con unos reflejos verdes y dorados que se veían si uno se fijaba bien. Muchos hombres los habían elogiado, quizá porque decirle a una mujer que tiene los ojos bonitos es una manera segura de averiguar si va a dejar que le pongas una mano en el muslo. El desconocido de la noche anterior sólo había elogiado mi forma de bailar.

Pensé en él mientras me vestía para salir a pasear. Me puse unas sencillas bragas blancas que resultaban cómodas tanto por el corte como por la tela, un sujetador a juego que tenía el punto justo de encaje para resultar atractivo, pero que estaba diseñado para sujetar más que para realzar, unos pantalones vaqueros, y una blusa blanca con botones. Elegí vaqueros y blusa como siempre, para que la elección me resultara más fácil y porque son unos colores cuya simplicidad me resulta relajante.

Pensé en él mientras paseaba. Llevaba unos auriculares, el escudo de los tiempos modernos, para evitar que algún desconocido me dirigiera la palabra. El paseo me sentó bien conseguí relajarme y quitarme esa sensación a resaca.

Esa noche, como de costumbre antes de dormir, entre unos minutos al mesenger para revisar mis correos.
Al iniciar sesión me encontré con que uno de los chicos de la noche anterior (el que se iba a casar) me habia agregado. No recuerdo muy bien en que momento le dí mi mesenger, pero era obvio que se lo dí.
Esa noche me quede mas tiempo de lo normal en mesenger, porque en mi cabeza estaba la idea de que si habia publicado mi direccion de correo la noche anterior pues "el chico de los ojos color carbon" tambien debio enterarse o anotarla.. Y allí estaba esperando que el tambien quisiera ser mi amigo en mesenger.
Dada la situación y que yo no podia parar de pensar en "el chico de los ojos color carbón" le pedí a su amigo su dirección de correo.
¿Que?
¿Acaso siempre tienen que dar el primer paso los hombres?
¡Me gustaba! ¡Y mucho!
Y para colmo... no habia intentado follar conmigo...
Creo que eso era lo que hacia aún mas dificil quitarmelo de la mente.
Deje el portatíl en la mesilla esperando a "cientificoloco" (que es como se hacia llamar en mesenger) y me acomodé placidamente en la cama.
Mis pensamientos volvieron a torturarme con la noche anterior..
...el baile, su aliento sobre mi cuello, su mirada, musica de fondo...
Cuando me quise dar cuenta me estaba retorciendo entre las sábanas y frotando una pierna con otra, ya a punto de comenzar a masturbarme suena en mi portatil el típico sonido de "alguien ha iniciado sesión"...
¡Era él!
Deje lo que estaba haciendo para emtablar conversación con él.
Fue interesante.. comenzamos recordando detalles de la noche anterior, coincidimos en música con el gusto por Arjona y ¡así como quien no quiere la cosa! me invitó acudiar al concierto que Arjona daria un mes despues en Madrid.
Me enseñó en video a sus amigos y resumimos un poco nuestra vidas.
Una bonita despedida acompañada de un bonito: "Buenas noches" me sirvieron para irme a dormir feliz.


(...)

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